Difamación y glamourización del silencio (y la droga) en “¿Cómo detener el tiempo?” [2] de Ann Marlowe.

“Cuando le pregunté a mi profesor de artes marciales, por qué mi mandíbula estaba tan tensa, él me respondió que era porque había algo que no estaba diciendo. Por supuesto que no le había contado que consumía heroína.” [3]

Referencias como ésta al silencio, detalles sobre las pasiones, el tiempo, el atuendo, la escena, el grunge, y la vida de una ciudad vista a través de “ojos punzantes” [4] –una ciudad que late y al mismo tiempo desfallece, una ciudad que se va mudando de barrio, y que intenta mantener lo auténtico, que se hace de todos sin ser de nadie; todo esto lo encontramos en “¿Cómo detener el tiempo? Heroína de la A a la Z” de Ann Marlowe [5]. Un testimonio de una finura tremenda, en el que aquí desde el ángulo de un abordaje específico, ponemos sobre la mesa sordamente luminosa de esta publicación online, un pequeño tema (el del objeto-droga).

Oculto (Hidden)

A.M. nos explica que su relación con la escritura está íntimamente relacionada con el consumo. Se trata de una construcción que le permite un cierto acceso al lenguaje. El orden alfabético de este glosario cuenta a la vez su historia. El libro empieza por el ítem “A”. Una tía le regala cuando era adolescente un jersey blanco con la letra A en rojo. La inicial de su nombre. Si vamos al final los ítems cesan en la palabra “Juventud (youth)”, que va antecedida por el término “withdrawing (síndrome de abstinencia)”, y en donde se decantan las conclusiones de dos movimientos de la pieza: la droga en el lugar del cortocircuito con el amor y el sexo, y la droga en el lugar falsificado de antídoto a la muerte.

Justo en el centro del glosario está este significante “Oculto”. “Pillar drogas puede ser una de las formas más veladas de derroche que puedes encontrar, lo que no tiene incidencia sobre su atractivo. Se trata de una interacción emprendida de una forma silenciosamente cercana: ‘¿C. o D.?’ [6] y ‘¿Cuánto?’ son las únicas preguntas provenientes del otro extremo, y el nombre de la droga y el número de bolsas tu parte en el diálogo” [7].

A partir del significante “Oculto” A.M. se dirige hacia una construcción, que sin dejarlo todo hecho, dibuja el marco para contarnos su síntoma previo a la solución de ruptura [8] que parece ser la droga.

Tal como en esa escena del encuentro entre el camello y el consumidor, en el que la respuesta de A.M. a modo de código sería “D1”, para elegir una bolsa de heroína, en su casa había dos temas sobre los que se cernía una especie de silencio, ya que solo se susurraba en idiomas extranjeros. Esos temas eran: el precio de las cosas, y la enfermedad de su padre.

“Lo que escuchaba tangencialmente decir sobre la enfermedad de mi padre lentamente se infiltró en mi conciencia, en la medida en que sus síntomas empeoraban. Cuando mis padres tomaron la decisión de decirme oficialmente que mi padre tenía Parkinson, todo encajó: ‘L-Dopa’ era su medicación, ‘Blickman’ su neurólogo (…) La noticia llegó como un alivio; era evidente desde hacía algún tiempo que algo malo le ocurría” [9].

Dejaremos algunas cosas señaladas más que desarrolladas: claramente, ‘L-Dopa’ está en serie con ‘Dope’. Blickman además de un apellido, alude a la mirada en alemán. En ese recuerdo surge un S1 que ha traspasado la censura ejercida por las lenguas extranjeras, y un efecto de alivio como consecuencia de poder ubicar ese significante.

Si seguimos la propuesta que hace Laurent sobre las toxicomanías, podríamos decir que no se trata de una toxicómana. En todo caso su relación con el dope, tiene una estructura de formación del inconsciente, y de solución de compromiso con el Otro. Pero si lo problematizamos, en la frase con la que abrimos este texto encontramos el momento en el que A.M. ubica los efectos del uso del dope, del abuso de ese significante en cuestión para aliviarse, con el retorno de algo que podríamos reducir a la fórmula de yanomefuncionamásparadetenereltiempo. Incluso es cuando dice que deja de funcionarle la droga para escribir.

Siguiendo a Lacan en “Una carta de almor” [10], decirle a A.M.: “no eres una toxicómana” es una forma de difamación.

Glamourización

Con el ítem glamour se pone en juego para A.M. algo que se anuda entre el silencio y la difamación. Previamente ella misma explica cómo no se identifica por ejemplo con el nombre de Junkie. Nos habla de un uso de la heroína en fines de semana, o en los momentos de escritura, y además bajo unas modalidades que mantenían a raya cierta aceleración de los efectos mortíferos en el cuerpo, como lo podía ser el no haberse inyectado nunca. En el ítem “Limpio (clean)” [11], describe un rasgo de su madre: la tendencia a combinar su rol de mujer moderna con una serie de actividades que le hacían pensar a la autora misma en aquellas mujeres clásicas dedicadas a la casa, supeditadas a las órdenes del marido. La escena es la de su madre arrodillada en el suelo, limpiando con detalle cada línea entre las baldosas. Esa figura de la limpieza, A.M. la pone en relación con el hecho del rechazo a esnifar una raya dispuesta sobre la cisterna de un W.C., o incluso sobre la repisa del lavamanos en los tocadores de los bares o discotecas.

De todas maneras en este ítem lo que la autora relata es el encuentro con su mensaje en forma invertida:

“El veredicto de glamourización proviene de aquellos que inconscientemente creen que escribir sobre la heroína hace que ésta sea más atractiva; proviene del mismo impulso que motiva toda censura: si tu verdad no es la nuestra, cállate” [12]. Pero la glamourización más insidiosa es la del silencio vertido sobre las cosas. A.M. recibe montones de cartas desagradables a raíz de sus escritos sobre la heroína. No es usted una junkie, ¿qué le autoriza a escribir sobre esto? / Al escribir sobre la droga, está usted glamourizándola, promoviendo su consumo.

A.M. extrae que este rechazo dirigido a ella es equivalente al tipo de respuesta que habitualmente recae sobre la escritura femenina referida al sexo. El ejercicio que la autora propone es la de una especie de desdoblamiento en relación a su mismación con respecto del Otro. Eso que se puede dar, según lo que dice Lacan, en una cierta modalidad de goce que podríamos llamar femenino, que vehicula una lógica fuerasexo, así como pensamos que se puede hacer uso de esta fórmula de mismarse, en un más allá de los términos que apuntan al orden fálico como lo pueden ser “semblante”, o “identificación”, en el terreno que podríamos definir como el de las modalidades de relación entre un ser-hablante y el objeto-droga.

Este testimonio es en ese sentido un forzamiento, ya que vemos colarse algo a pesar de lo imposible de decir. Por ahora lo dejamos aquí.

Erick González. Socio sede Cataluña de la ELP.

Notas:

  1. Marlowe, Ann. “How to stop time, heroin from A to Z”. Anchor Books Edition, 1999, p. 153.Todas las traducciones de éste libro han sido realizadas por el autor del artículo sin revisar la versión oficial en castellano publicada en la Editorial Anagrama.
  2. Ibíd.
  3. Ibíd., p.237.
  4. Traducción libre de “Pinned eyes”, término que hace referencia a las pupilas contraídas por los efectos de la droga.
  5. Marlowe, Ann. “How to stop time, heroin from A to Z”. Anchor Books Edition, 1999.
  6. Nota de traducción: C. se refiere a Cocaine (cocaína), y D. se refiere a Dope (Droga). El término dope ha quedado en el entorno social del consumo vinculado específicamente a la heroína. Esto probablemente provenga del libro de Burroughs “yonqui”, en donde expone que las otras sustancias que no son la heroína no son drogas como tal, ya que no crean una dependencia física.
  7. Ibíd., p. 159.
  8. Laurent, Éric. “Tres observaciones sobre la toxicomanía”. En la página web de la AMP. http://wapol.org/es/las_escuelas/TemplateImpresion.asp?intPublicacion=4&intEdicion=1&intIdiomaPublicacion=1&intArticulo=168&intIdiomaArticulo=1 Consultada el 13/11/2016.
  9. Marlowe, Ann. “How to stop time, heroin from A to Z”. Anchor Books Edition, 1999, p.161.
  10. Lacan, J. El Seminario de Jacques Lacan, Libro 20, Aún (1972-1973). Editorial Paidós, 2008. p. 103.
  11. Marlowe, Ann. “How to stop time, heroin from A to Z”. Anchor Books Edition, 1999. p.67.
  12. Ibíd., 153.