BIBLIOGRAFÍA: Citas de la «S» a la «V»

 

Ser mujer

“Volverse mujer y preguntarse qué es ser mujer son dos cosas esencialmente diferentes. Diría aún más, se pregunta porque no se llega a serlo y, hasta cierto punto, preguntarse es lo contrario de llegar a serlo. La metafísica de su posición es el rodeo impuesto a la realización subjetiva en la mujer. Su posición es esencialmente problemática y, hasta cierto punto, inasimilable”.

Lacan J., Seminario, Libro 3, Las psicosis, Paidós, Barcelona, 1984, p. 254.

Cita señalada por Rosa Mª Calvet i Romaní (BCFB)

Sexualidad femenina

“Ellas no han hecho avanzar ni un ápice la cuestión de la sexualidad femenina. Debe haber una razón interna, ligada a la estructura del aparato del goce”.

Lacan J., El Seminario, Libro 20, Aún, Paidós, Bs. As., 2007, p. 73.

Cita señalada por la BOL Vigo

“La relación del sujeto femenino con el falo tiene por fórmula: ella es sin tenerlo. Esta es la única fórmula exacta que permite salir de las ambigüedades, de las contradicciones y de los atolladeros alrededor de los cuales giramos en lo tocante a la sexualidad femenina”.

Lacan J., El Seminario, Libro 6, El deseo y su interpretación, Paidós, Bs. As., 2014, p. 240.

Cita señalada por Gracia Viscasillas (BOL Zaragoza)

Sinthoma

“Te pido que rechaces lo que te ofrezco porque no es eso”.

Lacan J., El Seminario, Libro 20, Aún, Paidós, Bs. As., 1975, p. 135.

“La mujer solo es toda bajo la forma mordaz que el equívoco le da en lalengua nuestra, la del pero no es eso, como se dice todo, pero no es eso. (…) Con mi título de este año, introduzco el pero no es eso como el sinthoma”.

Lacan J., El Seminario, Libro 23, El sinthoma, Paidós, Bs. As., 2006, p. 14.

Cita señalada por Gracia Viscasillas (BOL Zaragoza)

“(…) Me he permitido afirmar que el sinthoma es precisamente el sexo al que no pertenezco, es decir, una mujer. Si una mujer es un sinthoma para todo hombre, es completamente claro que hay necesidad de encontrar otro nombre para lo que es el hombre para una mujer, puesto que el sinthoma se caracteriza por la no equivalencia.

Puede decirse que el hombre es para la mujer todo lo que les guste, a saber, una aflicción peor que un sinthoma, incluso un estrago”.

Lacan J., El Seminario, Libro 23, El sinthoma, Bs. As. Paidós 2006, p. 99.

Cita señalada por Maite Esteban (BOL Málaga) y por Alejandro Velázquez (BCFB)

Soledades

“Lo que el sujeto dividido anunciando ‘estar sola’ esconde y disimula es su fantasma; el de “ser la única”.

Lacan J., Seminario XII, Problemas cruciales del psicoanálisis, clase del 7 de abril de 1965 (inédito), citado por Laure Naveau en “Estar sola y ser la única: un estudio…”, Mujeres una por una, Gredos, Barcelona, 2009, pp. 108-109.

Cita señalada por Carmen Cuñat (Madrid)

“Decir que una mujer no es toda es lo que el mito nos indica por ser ella la única cuyo goce sobrepasa a aquel que surge del coito. Es también por lo cual ella quiere ser reconocida como única [la seule] por la otra parte: no se sabe sino en demasía. Pero es también donde se capta lo que hay allí que aprender, a saber que si se satisface ahí la exigencia del amor, el goce que se tiene de una mujer la divide, haciendo de su soledad partenaire, mientras que la unión queda en el umbral. Entonces cómo reconocería el hombre servir mejor a la mujer de la que quiere gozar si no es devolviéndole ese goce suyo que no la hace toda suya: por en ella re-suscitarlo.”

Lacan J., “El atolondradicho”, Otros escritos, Paidós, Bs. As., 2012, pp. 490-491.

Cita señalada por Rosa Mª Calvet i Romaní (BCFB)

“(…) Entonces, están en la casa de Bernarda Alba las mujeres encerradas, mujeres solas, entre ellas, pero cada una contra la otra. Es un entre ellas que no forman grupo. Es un entre ellas de soledades, sin ningún tipo de intersección”.

Solano E., Presentación de “Soledades femeninas” en una conferencia pronunciada en el marco del ICF en Málaga el 16 de noviembre de 2012.

Cita señalada por Maite Esteban (BOL Málaga)

El Superyó femenino

“Cuando Freud manifiesta sus dudas acerca del superyó femenino es porque considera que las mujeres se detienen en ese nivel de la moralidad; que las mujeres cuya vida erótica está constituida del lado del amor, se detienen en el nivel de una moralidad externa. Freud dice que las mujeres no tienen superyó porque piensa que para ellas lo más importante es conservar el amor; de manera que siempre es en relación con un Otro externo como se establece para ellas la moralidad; Otro externo cuyo amor se trata de conservar. Se detienen en ese primer nivel de la moralidad sin acceder a la policía interior que parece constituir el superyó.

Se detienen en el nivel de ‘no vista, no capturada’. Y, efectivamente, esto puede dar cuenta de la profunda inocencia de la mentira femenina: como se juega con respecto al valor del amor, para conservar el amor la mentira es un instrumento perfectamente operativo. Creo que este es el lugar exacto donde hay que ubicar la frase de Freud sobre la ausencia del superyó femenino”.

Miller, J.-A., Lógicas de la vida amorosa, Manantial, Bs. As., 1991, p. 57.

Cita señalada por María José Arranz (BOL Castilla y León)

«Kant encontró la voz del deber en el carácter absoluto, infinito del capricho tiránico de la mujer. Y de eso se deduce también la afinidad entre el superyó y el goce femenino. En efecto, es en la mujer que la voluntad se desprende con este carácter infinito y absoluto que tiene el goce no-todo. La articulación entre el superyó y el goce femenino es el ‘sin límite’. Y si el superyó es femenino, es porque el goce lo es».

Durand I, El superyó, femenino. Las afinidades entre el superyó y el goce femenino. Ed. Tres Haches, 2008, p. 99.

Cita señalada por Carmen Cuñat (Madrid)

Tercer sexo

“No hay relación sexual, es lo que he enunciado, ¿Qué es reemplazado allí?, dado que está claro que la gente, lo que se llama tal, es decir los seres humanos, la gente hace el amor. Hay para eso una explicación: la posibilidad -notemos que lo posible, es lo que hemos definido como lo que cesa de escribirse- la posibilidad de un tercer sexo. ¿Por qué es que hay dos por otra parte? Eso se explica mal. Es lo que es evocado en la doble de Eva, a saber Lilith”.

Lacan J., Seminario 26, La topología y el tiempo (inédito). Clase 9 enero 1979.

Cita señalada por Gracia Viscasillas (BOL Zaragoza)

“Estoy antes que nada fastidiado por lo que les he anunciado la última vez, a saber que es necesario un tercer sexo. El tercer sexo no puede subsistir en presencia de otros dos. Hay una activación (forçage) que se llama la iniciación. El psicoanálisis es una anti-iniciación. La iniciación, es eso por lo que uno se eleva (on s’élève), si puedo decir, al falo. No es tan cómodo saber lo que es iniciación o no. Pero en fin, la orientación general es que al falo, se lo integra. Es necesario que en ausencia de iniciación, se sea hombre o se sea mujer.”

Lacan J., Seminario 26, La topología y el tiempo (inédito). Clase 16 enero 1979.

Cita señalada por Gracia Viscasillas (BOL Zaragoza)

Una por una

“El goce fálico es el obstáculo por el cual el hombre no llega, diría yo, a gozar del cuerpo de la mujer, precisamente porque de lo que goza es del goce del órgano (…). Por eso el superyó tal como lo señalé antes con el: ¡Goza! es correlato de la castración, que es el signo con que se adereza la confesión de que el goce del Otro, del cuerpo del Otro, sólo lo promueve la infinitud.

Es precisamente esto lo que sucede en el espacio del goce sexual, que por ello resulta ser compacto. El ser sexuado de esas mujeres no-todas no pasa por el cuerpo, sino por lo que se desprende de una exigencia lógica en la palabra. En efecto, la lógica, la coherencia inscrita en el hecho de que existe el lenguaje y de que está fuera de los cuerpos que agita, en suma, el Otro que se encarna, si se me permite la expresión, como ser sexuado, exige este una por una.

Si la mujer no fuese no-toda, si en su cuerpo no fuese no-toda como ser sexuado, nada de esto se sostendría”.

Lacan J., El Seminario, Libro 20, Aún, Paidós, Barcelona, 1981, pp. 15-18.

Cita señalada por José Ángel R. Ribas (BOL Sevilla)

Violencia

“(…) hay algo en la mujer que permanece innominado aún después del acto sexual, el matrimonio o la maternidad. ¿Cómo se deja una huella en la feminidad? (…) en esa pregunta rozamos la cuestión de la violencia sobre la mujer. Hay quienes no saben dejar otras huellas que las de su infamia o su impotencia”.

Barros M., La Condición femenina, Bs. As., ed. Grama, 2011, p. 24.

Cita señalada por Beatriz García (BOL Madrid)

“Pero el problema de la «contextura corpórea» de Gradiva, que lo persigue durante todo ese día, no puede desmentir su descendencia del apetito erótico de saber que el niño dirige al cuerpo de la mujer, y ello por más que pretenda adoptar ropaje científico por la insistencia consciente en la curiosa oscilación de Gradiva entre la vida y la muerte. Los celos son otro signo de la actividad amorosa que despierta en Hanold; los exterioriza al iniciarse la conversación del día siguiente, y ellos consiguen luego, validos de un nuevo pretexto, tocar el cuerpo de la muchacha y golpearlo como en lejanos tiempos”.

Freud S., El delirio y los sueños en la “Gradiva” de W. Jensen, Vol.9, OC Amorrortu. Bs. As., 1992, p.66.

Cita señalada por José Ángel R. Ribas (BOL Sevilla)

La Virgen

“Esta pintura (el tríptico de Bramantito) está hecha para testimoniar de la nostalgia de que una mujer no sea una rana que está puesta de espaldas en primer plano del cuadro. Lo que más me ha impactado en el cuadro es que la Virgen, la Virgen con el niño tiene algo como la sombra de una barba. Con lo cual se parece a su hijo como lo pintan de adulto”.

Lacan J., Seminario de Caracas. (1980)

Cita señalada por la BOL Vigo

Lo viril

“Lo que concierne a este ‘No existe x que se determine como sujeto en el enunciado del decir-que-no a la función fálica’, es propiamente hablando la virgen. Ustedes saben que Freud da cuenta del tabú de la virginidad, etc., y otras historias locamente folklóricas alrededor de este asunto y del hecho de que antiguamente las vírgenes no eran tomadas por cualquiera, hacía falta al menos un gran sacerdote o un pequeño señor, en fin, qué importa.

Lo importante no es eso. Lo importante es qué se pueda decir en torno de esta función de lo ‘vivo’, tan impactante por cuanto nunca es sino de una mujer después de todo que puede decirse que sea viril. Si alguna vez oyen hablar, al menos en nuestros días, de un tipo que lo sea, pueden mostrármelo, ¡eso me interesará! Por el contrario, si el hombre es todo lo que quieran en la gama de lo virtuoso, virar a babor, sortear virando, virá lo que quieras, lo viril está del lado de la mujer, es la única en creer en eso.”

Lacan J., El saber del psicoanalista (inédito). Clase 10 junio 1972.

Cita señalada por Gracia Viscasillas (BOL Zaragoza)